Después de unas semanas de descanso, retomamos esta sección con una gran entrevista a una persona muy querida, ¿quién no conoce a Lucio?. Procedente del CB Almansa, nuestro amigo ha colaborado con el Club Baloncesto Ilicitano durante cinco años y en determinados momentos ha sido una pieza clave del equipo técnico de nuestro Club. Sincero, afable y con su sonrisa de siempre, Lucio deja huella por dónde pasa, y desde el CBI le mandamos un fuerte abrazo a Valencia, deseándole lo mejor para su futuro.
Buenas tardes, Lucio ¿Cómo ha sido tu relación con el CB Ilicitano?
Con la mayor parte de la gente, la relación fue exquisita. Llegué de fuera, para estudiar en la universidad de Elche, pregunté por un lugar donde entrenar y enseguida fui acogido como si llevara toda la vida en el club. Ese comienzo y confianza, marco mi relación con el CBI. También ha habido algún momento complicado, pero eso no emborrona los magníficos años que he pasado con amigos, compañeros y jugadores. Simplemente se cumplen ciclos.
Desde tu experiencia, ¿Cómo valoras la labor del CBI?
Todas las entidades deportivas tienen objetivos, reconozco con orgullo que, los del CBI y los de su presidente, son los de crear un ambiente de proximidad, casi familiar, en los que los miembros se sientan cómodos. Siempre he destacado la labor del club por proponer unos objetivos palpables, realizables y satisfactorios. La idea del baloncesto, como una vía para practicar un deporte y desarrollar los valores que representa, sin renunciar al crecimiento competitivo. Desde que lo conozco, tanto el club, como su presidente y la inmensa mayoría de sus miembros, han rechazado ofrecer unos objetivos utópicos que confunden a los niños, sobre la importancia del deporte.
En el CBI participa mucha gente, ¿Qué es lo mejor que has observado en las personas relacionadas con el CBI?
Las mejores palabras que puedo decir del club están relacionadas con los miembros del equipo de veteranos. También con la inmensa mayoría de los miembros de la directiva y con los que fueron mis compañeros. Siempre tienes a alguien cerca, es muy difícil sentirse solo en un club como este.
Seguro que tienes buenos recuerdos del CBI. Cuéntanos alguno.
Podría escribir una trilogía con buenos recuerdos del CBI. Las tardes en “El Toscar”, los primeros años de mi primera etapa; mis chicas del junior; los “derbys” con el Illice (sobre todo los que ganamos)… Pero sobre todo, los momentos con los veteranos: los almuerzos después de los partidos de liga local, las comilonas en Casa Harry, las coñas de Tomas y Manolón…. Una cena de equipo que acabé con Bru y Tomy en La Comedia, hasta que se nos hizo de día… Son demasiados buenos momentos como para que quepan aquí.
¿Es el CBI un club capaz de dejar una marca suficiente como para recomendarlo?
Ante todo, recomendaría el deporte, sobre todo, el baloncesto. Los clubes son medios por los que se llega a disfrutar de todo lo que representa el baloncesto. Hay clubes que lo hacen de una manera y otros y que lo hacen de otra. Normalmente casi todas son válidas. Recomendaría el CBI porque he pasado años felices aquí y por muchas de las personas que lo forman.
