Ahora, con la temporada prácticamente acabada, es el momento de comenzar a hacer valoraciones del que podríamos denominar segundo año de una nueva era en nuestro club.
Superadas las dificultades del curso pasado, en el que hubo que seguir… o seguir, con lo puesto y con el empuje de todos los que colaboraron a la hora de que el Club Baloncesto Ilicitano continuara presente en el deporte y en la sociedad ilicitana en general, esta temporada debería haber sido la de una nueva consolidación o, al menos, la de asentar las bases de ello para el futuro más inmediato.
Sinceramente, con errores puntuales y estructurales en todos y cada uno de los ámbitos y estamentos del club, creo que eso se ha logrado y a partir de ahora sólo queda seguir hacia adelante intentando cada día ser un poquito mejores de lo que éramos el día inmediatamente anterior.
A la hora de las felicitaciones, que os las merecéis todos, es obvio que hay que hacerlo, -en primer lugar-, con aquellos equipos que todavía siguen en competición… porque se lo han ganado llegando a las últimas fases, a las definitivas.
Felicitaciones desde nuestros peques, los alevines del C.B.I 39 Escalones Films, que aún tienen por delante el partido de vuelta de los octavos de final autonómicos de su categoría, pasando por las chicas del júnior femenino, el Gioseppo Kids.CBI, que encabezan su grupo en la segunda fase de su competición, hasta llegar al júnior masculino, los mocetones del Viunel.CBI, que comienzan los play-offs de ascenso a la máxima categoría autonómica.
Pero esta felicitación es extensible, también, al resto de los equipos que nos han representado, más que dignamente, en todas las canchas que han pisado; sean júniors, cadetes, infantiles (con mención especial al segundo puesto logrado por el C.B.I Transportes Internacionales Eurotransfret), alevines o los más pequeñajos, los benjamines y la escuela de baloncesto.
Es complicado sacar adelante a todos estos equipos sin contar con instalaciones propias y con un número muy limitado de entrenadores, pero con la colaboración y el esfuerzo de todos se acaba consiguiendo.
Somos conscientes de lo difícil que es conjugar la formación y la participación con la obtención de grandes resultados deportivos.
Somos conscientes que pedimos mucho a todos los que forman nuestra gran familia C.B.I, entrenar, sacrificarse, dedicarle horas, intensidad y seriedad total y absoluta al baloncesto sin abandonar lo más mínimo estudios y trabajo.
Somos conscientes, además, que todo este esfuerzo a veces no se valora más allá del resultado que refleje el electrónico después de cuarenta minutos de lucha.
Somos conscientes, por último, que tener grandes personas que jueguen a un alto nivel es muy difícil, casi imposible, pero no cejaremos en el empeño de conseguirlo.
Pero no, difícil y complicado, sí; imposible, no.
A lo largo de la historia de este club, de nuestro club, en más de una ocasión, en diferentes etapas, hemos demostrado que con estos planteamientos, con esta filosofía, se puede llegar deportivamente muy alto.
Merece la pena intentarlo, una vez más, todas las veces que sea necesario.
Está, sobre cualquiera otra circunstancia, en nuestras manos.
Intentemos dar, entre todos, un nuevo paso hacia adelante.
¡Ah!
Y después de todo esto parece que se me haya olvidado hablar de nuestros equipos séniors, en absoluto. Cómo iba a olvidarme de los chicos y de las chicas del Mútua General
de Seguros-Euromútua.CBI, cómo iba a olvidarme de nuestros primeros equipos.
Para todos ellos, a pesar de sus teóricos descensos de categoría, también van nuestras felicitaciones y nuestro reconocimiento y agradecimiento por su trabajo y compromiso en unas condiciones realmente complicadas y difíciles.
El equipo masculino, haciendo equilibrio contínuo con sus bajas de larga duración, plagado de lesiones y enfermedades, con cambios forzosos en la dirección técnica, descompensada la estructura de su plantilla y con limitaciones físicas ante rivales muy hechos, no sólo han dado la cara siempre sino que, además, en ocasiones y casi siempre contra los rivales de mayor nivel, han practicado un buen baloncesto y hasta parecía, en un momento de la temporada, que podían acabar logrando la salvación.
Con todos estos inconvenientes aún tuvieron fuerza y arrestos para lograr la victoria en la última jornada liguera.
Y del equipo femenino qué podemos decir.
Posiblemente, a nivel técnico y físico, uno de los equipos más flojitos que el club ha tenido en estos casi treinta y cinco años de recorrido.
Pero, con “sus cosas”, ahí han estado, compitiendo, logrando más victorias de las esperadas, peleando hasta el final por eludir la tercera plaza de descenso y, con todo perdido, forzar dos prórrogas (con sólo cuatro jugadoras en pista por mor de las eliminaciones por cinco faltas) en su último partido.
Enhorabuena, a los dos, por vuestra actitud y por el respeto mostrado a una camiseta y a un escudo.
Y por último, por deformación profesional eso sí, permitidme que haga mención a nuestros entrenadores.
Evidentemente hay que valorar su trabajo, el de todos y cada uno de ellos, y felicitar a quienes han obtenido mejores resultados, Ismael, Lúcio y Tomy que aún siguen compitiendo, pero sin olvidarnos del resto, de Pedro Ortiz, de José Ramón “Vidal” y de los que se ocupan de los más pequeños, de nuestro futuro, con Rafa y Diego a la cabeza.
Pero a quienes quiero dar mi reconocimiento más especial, al menos personal, es a Tário y a Moisés.
Uno se ha encontrado con todos los problemas del mundo, de rebote, sin haberlos provocado, y con un equipo con carencias físicas, técnicas, tácticas y hasta de número de jugadores para poder entrenar y, casi, casi, poder jugar.
Y no se ha bajado del barco como, probablemente, hubiera hecho cualquiera otro.
El otro, con muy poco de donde sacar rendimiento, ha estado aportando, sumando a lo largo de cada sesión de entrenamiento, en cada partido, en cada charla con un nivel de implicación (a pesar de lo difícil que se la ha puesto y del poco respaldo recibido) sencillamente espectacular para quien llega por primera vez a nuestra casa.
Si un equipo descendido mantea a su coach, qué se puede añadir desde fuera de ese grupo.
Chapeau, Moisés!
Con todo esto, y esperando que los chavalines de Ismael y los júniors de Tomy nos sigan dando alegrías y consigan los mejores resultados posible, empecemos a preparar la temporada próxima, con tiempo, con calma, con capacidad e inteligencia para que podamos dar un nuevo paso hacia adelante.
Força C.B.I!
Elx és verd-i-negre!!!
