Partido extraño. Se presumía un partido igualado entre dos equipos que quieren estar arriba. Y en la primera parte así fue, basado sobretodo en las grandes defensas y en una cantidad inusitada de errores por parte de los dos equipos (irrisorio 19-12 al descanso).
Pero esta intensidad creció por parte de los nuestros tras el descanso. Gracias a ello pudimos enlazar muchas jugadas rápidas. A la vez, el juego estático comenzó por fin a acompañarse de cabeza, y con una circulación lado a lado y dentro-fuera excelente, conseguimos muchísimas canastas interiores. Pero quizás la clave principal fue el rebote, donde aprovechamos la superioridad física para hacernos con casi todos (y sin el casi) los rebotes del segundo tiempo, impidiendo cualquier segunda opción del rival, y multiplicando las nuestras.
Marcador justo pero irreal, ya que Genovés es mucho mejor equipo de lo que vimos y la vuelta sera totalmente diferente.
