Cuando un equipo, como el Baloncesto San Blas, se enfrenta al nuestro en unas circustancias, como las del último partido, solo nos queda abrir el paraguas y aguantar el chaparrón, como buenamente se pueda.
El equipo alicantino esta lleno de jugadoras válidas, anotan en contraataque, defienden ordenadas, con una presión que roza la ilegalidad (demasiadas manos sobre la atacante), y consiguen convertir el partido en una parodia en la que buscan el, dudoso, honor de aplastar a un rival que no osa ni mirarle a los ojos. Lo mas curioso, de todo esto, es que San Blás cuenta con dos derrotas y que, pese a aplastar a sus rivales, llega el momento de hincar la rodilla.
Con este lamentable parecido a la liga BBVA de fútbol, no nos queda otra ilusión que jugar ante los colosos con la escasa motivación de no encajar 100 puntos.
El partido comenzó con fallos y perdidas por parte local (como no), motivadas por la tremenda presión de las visitantes, lo que motivo un tempranero tiempo muerto para cambiar la salida de presión que, en algunas ocasiones funcionó. Un primer cuarto que finalizó con las proyecciones previstas, mas de 100 puntos para las visitantes y menos de 20 para las locales. Entonces llego el momento de la reacción. El segundo cuarto fué, para nuestras juveniles, una demostración de que no somos tan mal equipo como, a veces, nos creemos. Hubo defensa ferrea atrás, a tal nivel que, por primera vez, San Blas no supo que hacer. Por otro lado la salida de su presión, resulto mas calmada y con momentos de claridad de ideas. Hay que destacar en el partido, pero en especial, en este segundo cuarto, el descaro y la entrega de las 4 jugadoras cadetes que, a pesar de jugar un partido escasas horas antes, demostraron estar al nivel de la competición. La segunda parte se adapto a lo que el guion del comienzo exigía, brazos abajo y desanimo por las sucesivas canastas del rival. De estos 20 minutos finales hay que destacar los últimos 3 del partido, donde las jugadoras visitantes hicieron un enorme esfuerzo, con una presión al limite, para lograr la extraordinaria gesta de llegar a los 100 puntos…
A mis jugadoras, un 10, jugamos de forma digna, y demostramos, a TODOS los que estaban allí, que el equipo juega al baloncesto, que sufre y se entrega, y da lo que tiene… Aun sabiendo lo que todos piensan, si tuvieran un entrenador mejor mañana, el Sábado ganarían a Cabo Mar…
