LA IMPORTANCIA DE PLANIFICAR BIEN UN ENTRENAMIENTO
Por José Ramón”Vidal” entrenador Club Baloncesto Ilicitano infantil masculino
Para mí la definición exacta de un entrenamiento es la unidad más pequeña de la planificación deportiva de todo una planificación anual o mejor dicho, el que hacer a diario.
Existen numerosas teorías de cómo planificar un buen entrenamiento, desde mi punto de vista todas son validas pero cada una se adaptara a la forma de trabajar de cada entrenador o a las características del equipo, siendo posiblemente valida cualquiera de las restantes.
A mí me gusta mucho la forma de trabajar mediante el entrenamiento progresivo sobre todo con las categorías inferiores.
Este se fundamenta en una graduación de los ejercicios atendiendo a su complejidad, de menor a mayor dificultad, dando espacio entre ellos para que los jugadores asimilen el fundamento del ejercicio y puedan dominarlo para aplicarlo en ejercicios posteriores, sobre todo en su estilo de juego.
En este diseño los ejercicios de la parte principal se estructuran de menos a más complejos en su doble vertiente de ataque y defensa, siguiendo el siguiente orden:
1. Ejercicios individuales de técnica.(bote,pase,tiro,
2. Ejercicios colectivos de técnica.
3. Ejercicios tácticos de superioridad / inferioridad numérica.
4. Ejercicios tácticos grupales y más tarde colectivos.
5. Ejercicios de estrategia colectiva.
6. Situaciones finales de partido (mayor demanda de fatiga cognitiva y/o física).
7. Situaciones especiales.
Dentro de este tipo de entrenamiento deberemos alternar e integrar ejercicios técnicos y tácticos, de ataque y defensa, individuales y colectivos…
Antes de iniciar la sesión de entrenamiento debemos tener claros cuáles son los objetivos que queremos conseguir en la sesión, y que estarán previstos en nuestra planificación, sobre todo cuantos debemos tratar en cada entrenamiento.
Creo que los que estamos trabajando con niños no es conveniente introducir más de un objetivo nuevo por sesión, jugando con ejercicios en los que pueda trabajar más de un objetivo principal y que el jugador casi ni se da cuenta de todo en lo que está trabajando, pues de lo contrario estaríamos saturando al jugador de información.
La sesión deberá ser variada, utilizando el juego como recurso metodológico.
Además, tenemos que tener en cuenta que en estas edades lo que más engancha y motiva al niño es el juego colectivo y sobre todo el juego real (5 vs 5), que en mi opinión deberá estar presente en la mayoría de las sesiones aunque sea unos 15 minutos finales.
Una vez fijados los objetivos del entrenamiento y preparado con anterioridad, al comenzar empezar el entrenamiento creo que es importante una pequeña presentación donde comunicamos a los jugadores qué es lo que básicamente vamos a hacer, cuáles son los objetivos más importantes, y donde trataremos de motivarles para que se esfuercen y realicen un buen entrenamiento.
La sesión de entrenamiento debe estructurarse siguiendo un modelo de calentamiento, parte principal y parte final o vuelta a la calma.
El calentamiento:
Tiene como objetivo situar al jugador en un estado óptimo tanto a nivel físico como psíquico, nervioso y emocional para empezar el entrenamiento.
En mi opinión el calentamiento no tiene por que cumplir los estándares generales basados en un calentamiento general (vueltas al campo, movilidad articular, etc.).
Pienso y gracias al apoyo de nuestro director deportivo he observado que el calentamiento debe estar integrado en la misma sesión, y puede encaminarse al desarrollo de diferentes objetivos, siempre respetando los principios de todo calentamiento (progresión, continuidad, especificidad, individualidad…) y buscando incrementar la motivación en los jugadores con la utilización de juegos y ejercicios variados que a su vez ayuden al desarrollo del bote, manejo del balón e incluso el tiro.
La parte principal
Es la parte de mayor importancia en contenidos y en tiempo.
En esta fase debemos desarrollan los objetivos planificados y que nos permite llevar un seguimiento de los jugadores y su progresión.
1. Nos permite valorar la capacidad de atención, de motivación y de exigencia física, medimos las tareas y la ubicamos en los momentos donde pienso que podemos obtener más éxito, eficacia o rendimiento mediante ejemplos reales o posibles.
2. Es más próximo a la situación real de juego, no olvidándonos que se divide en partes (ataque-defensa), exigiendo una mayor atención selectiva y carga mental desde el comienzo.
Dentro de esta fase principal deberemos medir la capacidad de adaptación del jugador ante situaciones nuevas y problemas que exigen un esfuerzo cognitivo mayor,
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La parte final:
Esta parte está encaminada a una vuelta a la calma física y mental de los niños/as.
La vuelta a la calma debe ser progresiva y no debe identificarse exclusivamente con los estiramientos, ya que en este periodo de tiempo también podemos perseguir diversos objetivos: motrices (por ejemplo, series de tiros libres), cognitivos (es un momento adecuado para que los niños interioricen y reflexionen sobre los aprendizajes realizados.
Por ejemplo:
Yo siempre realizo preguntas a los jugadores sobre lo que han realizado, y realizamos una reflexión conjunta sobre lo que creen adecuado para mejorar y también afectivos (es una situación propicia para interesarte y mantener un contacto más cordial con los jugadores, etc.).
Un saludo, espero que os haya servido de ayuda.